domingo, 5 de junio de 2011

La participación de la mujer latinoamericana en la resolución de conflictos, dentro del Conflicto social y político

Los enormes desafíos que se presentan en este nuevo siglo, en donde propiciar una mayor gobernabilidad, una democracia participativa y un efecto globalizador, hace que cada día la cultura de la paz, el diálogo y la tolerancia sean necesarios en los países latinoamericanos proyectados al mundo.
El presente artículo, es producto de una ponencia dictada en la Universidad Rafael Urdaneta en Maracaibo en el año 2003, si observan con su lectura, se darán cuenta que tiene tanta vigencia hoy como lo fue para el año que la dicte.
 La mujer precisamente en Latinoamericana juega un papel fundamental y primordial, en donde su participación y su protagonismo son esenciales. La voz de las mujeres en la resolución de conflictos y construcción de la paz se escucha cada día más, pues, sin su participación en las esferas del poder no habrá paz ni desarrollo, quizás por el simple hecho que seamos protectoras pesa más ese importante rol protagónico. Hoy día la mujer cada día emerge más a un sitial de honor, donde un movimiento dinámico en pro de una cultura de paz obtiene su inspiración en la esperanza de las percepciones y las acciones ejercidas ante los conflictos dentro del contexto social y político.
URU, 2003
 Esta fuerza radica en la diversidad cultural del contexto Latinoamericano y de esta forma toma acciones para definir la seguridad económica, social, cultural y personal. Para el logro de ello, es importante sustituir las relaciones desiguales entre los géneros por una igualdad verdadera y auténtica, añadiendo a esto que sean realmente prácticas, todo en aras de que la democracia de nuestro siglo a nivel latinoamericano se conviertan en verdaderas democracias participativas.
Dentro del contexto social, se pudiera citar, que el verdadero respeto a los derechos humanos de la mujer en todos y cada uno de los aspectos de su vida, también, así mismo, la coparticipación en el poder y la igual participación en la toma de decisiones por parte del hombre y mujeres; la reorientación de políticas sociales, en donde su participación sea protagónica y que de una manera u otra se establezcan nuevos modelos, en la resolución de conflictos de esta índole, presuponiendo todo esto una reforma radical de muchas estructuras y procesos sociales.
Hoy día las intensas luchas de las mujeres, se darán en medida que se promuevan políticas educativas en este orden e incluso el aumento de una mayor participación política, se observará cada día mayores resultados convertido en una bandera que se defienden aun en la adversidad, asumiendo verdaderos retos, cambios  y transformaciones en nuestra sociedad. Es por ello, que su participación, promoviendo la tolerancia, el respeto a la diversidad, en pocas palabras el diálogo democrático, propiciará, sin lugar a dudas, un clima en donde los acuerdos dentro del contexto social y político sean primordiales, y que lleve consigo concertaciones, contando con una amplia participación de los actores políticos y sociales. La construcción de puentes, para forjar relaciones a través de la línea de conflictos, tanto sociales y políticos, no es fácil. Al respecto, crear un clima de confianza y respeto sea la mejor manera de llegar a acuerdos negociados, así, en el momento que surjan las dificultades dentro de estos contextos (el social y el político) propiciar la comunicación, es lo más adecuado.
Si pudiéramos citar a las mujeres más relevantes y que han trabajado en defensa de la paz, resolviendo conflictos, nombraría como primer ejemplo, a la Madre Teresa de Calcuta, quien dedicó gran parte de su vida, por no decir toda, al servicio de los más desposeídos y más olvidados, en pocas palabras los excluidos sociales. También, llegó contestar en un momento a la pregunta de ¿qué pasaría si la paz reinara en el mundo? A lo cual contestó: Afortunadamente unos cuantos quedaríamos sin trabajo. Quizás, éste sea uno de los tantos ejemplos, que pudiera citar hoy, en donde, su trabajo y abnegación por las clases más desposeídas socialmente se convirtió en un modelo a seguir, sigamos este modelo o el de Rigoberta Menchu, donde  cada día más mujeres nos sumamos desde nuestros espacios por una cultura paz y de dialogo en el ámbito social y político pues a mi considerar es una tarea impostergable.

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